HISTORIAS DE HIDE EN LA SERENA

Bueno, chicos, pues lo de ayer fue de lo más emocionante que he hecho desde que soy fotógrafo de la Naturaleza. Ya, ya sé que no hace tanto tiempo, ya... El caso es que conseguí un puesto en uno de los hides permanentes que la asociación ANSER de Castuera tiene en territorio de avutardas. No es fácil, porque las plazas se cubren generalmente el año anterior. Era la primera vez que mi sesión de hide duraría desde el amanecer hasta el anochecer, en total 14 horas, así que llevé comida, bebida, lectura y... WC portátil, claro (en forma de botella de acuarius, que tiene la boca un poco más ancha, jejeje).
Y el día transcurrió lleno de sorpresas: por supuesto las avutardas, que anduvieron cerca todo el día, pero ninguna más cerca que la primera de todas, a las 9 de la mañana. Pero como podéis ver en las fotos, tuve otros varios compañeros durante todo el día: una pareja de perdices rojas, un mochuelo común, una abubilla... Conocí en la aventura a José Mari Llavori, un personaje interesantísimo y que sabe un montón (lástima que él estaba en otro hide, me habría gustado un día entero para "exprimirle" más), y al terminar todo, conocí también al padre de este precioso proyecto, Manuel Calderón, que está gestionando la Naturaleza de la Serena con una inteligencia y un respeto inigualables. Desde aquí un abrazo fuerte a los dos, mi más sincero agradecimiento y el deseo de compartir pronto más aventuras con vosotros. En fin, la experiencia alucinante, y desde luego, en cuanto pueda vuelvo.