Pues sí, amigos, esto de los milanos está empezando a funcionar, y si no que le pregunten a mi amigo David Serrano, que compartió conmigo la mañana del domino, y parece que se marchó bastante contento (bueno, todo hay que decirlo, la chicha la trajo él).
El caso fue que quedamos en preparar una sesión para este día, el único que podíamos coincidir, y a las 6 y media de la mañana nos encontramos con la desagradable sorpresa de que llegan unos cazadores y aparcan tres coches a menos de 100 metros. "Se jodió la mañana", fué lo único que pude pensar yo, y de hecho no hubo visitas aladas en tres horas, que aprovechamos para charlar un poco y "arreglar el mundo". La suerte fue que a las 11, los cazadores recogieron sus bártulos y se fueron, con lo que la mañana no estaba del todo predida, aunque la mejor luz ya se había escapado... A partir de ese momento, el ambiente en el aire fue creciendo de manera exponenecial, hasta que llegamos a contar decenas de milanos y también ¡de buitres leonados!, que acabaron presentándose allí a almorzar.
De hecho, los buitre bajaron antes y se comieron casi todo, y los milanos bajaron después, sin disputas pero sin compartir, primero unos y luego los otros. Como veréis en las fotos, la luz deja bastante que desear, pero desde luego la experiencia fue muy emocionante, todo ocurría muy deprisa, y lo pasamos estupendamente. Y cuando ya nos íbamos, todavía nos quedaba una sorpresa en forma de juvenil de alimoche (nunca habia visto uno), que se limitó a aterrizar y posar un poco, antes de despedirse de nosotros y dar por terminada nuestra apasionante sesión.
Hasta la próxima, amigos, y como siempre, se agradece todo lo que tengáis que comentar.