10 de mayo de 2009

HISTORIAS DE HIDE

Hola de nuevo: últimamente, la verdad, me están ocurriendo muchas cosas, fotográficamente hablando, y lo cierto es que debería dedicar más tiempo a compartirlas con vosotros. Prometo que intentaré ponerme un poco al día con unas cuantas entradas. Hoy, por ejemplo, quiero compartir mi primera experiencia con los buitres, o mejor debería decir esperando en vano el aterrizaje de los buitres leonados. El caso fue que el otro día, durante mis exploraciones por las charcas locales en busca de mi ansiada nutria, me encontré una oveja muerta, que tras conversación con el dueño de la finca y pequeña picardía (teóricamente se declara su muerte, y una empresa se dedica a recogerla, pero puede ocurrir que cuando vengan ya se la haya comido alguien...) terminó en medio del prado. Y ahí termina toda la aventura, ya que lo más emocionante de todo el día fue cuando las ovejas vinieron a investigar qué era aquel objeto extraño al lado de su compañera muerta. No era otra cosa que mi cámara de repuesto, con un gran angular y un mando a distancia (Made in China, así funciona él, cuando quiere), ppara por si acaso alguien estaba interesado en la oveja... En fin, el caso es que las fotos más interesantes del fin de semana son, sin duda, las que conseguimos el domingo, cuando mis chicas me acompañaron a recoger el tenderete...
¡Un saludo a todos!

3 comentarios:

  1. Pero que familia más reguapa tengo madre! Pero y el estilazo de mi sobri con la super cámara! Pa comersela.
    Bueno, Rafa, y entonces ¿hay fotos de buitres con carroña o no?
    Bye besitos a todos

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