17 de diciembre de 2014

GROENLANDIA (9): EL FINAL DEL VIAJE

Parece que ni yo mismo quería escribir este título. Han sido tantas las vivencias que han aflorado a mi mente (¡y mi corazón!) durante estas últimas semanas, que relamen yo también me he quedado enganchado con este viaje. Muchas gracias a todos por vuestro apoyo, por vuestras visitas y comentarios. Realmente me estáis motivando a seguir "blogueando", así que os deberíais ir preparando...
Sólo unas horas nos quedaban en Qeqertarsuaq, después de aquella noche en que las auroras no quisieron aparecer. La dediqué a visitar la escuela, el lugar de trabajo de Néjanguaq, la esposa de Ove. Ella trabaja allí como maestra de educación especial, pero en la escuela tiene todos los niveles de primaria y secundaria, hasta los aproximadamente 14 años, momento en que los chicos se van al Gymnasium (como la High School americana, en España sería un instituto sólo para Bachillerato), en Nuuk. Me encantó el ambiente tan íntimo, los alumnos tenían mucha movilidad, andaban por los pasillos, pero no castigados, sino haciendo trabajos autónomos mientras sus compañeros estaban en el aula haciendo otras cosas. Y sin duda, la decoración de las paredes, espectacular. Para ellos también mi visita era una fiesta, un preludio de las vacaciones de primavera que estaban a punto de llegar. Así que hubo tiempo también para posar ante la cámara...














Y ya no nos quedaba mucho más tiempo en aquel pequeño mundo tan lejano, tan remoto, tan acogedor, tan frío por fuera y tan cálido por dentro, en las distancias cortas. Ahora debemos despedirnos y emprender de nuevo el viaje de una hora en helicóptero:



Y a nuestra llegada a Ilulissat, todo nos parece como la gran ciudad: hay calles, gente, hoteles, tiendas... Groenlandia sigue presente, pero ya hemos dejado atrás esa sensación de algo único que nos ha acompañado durante nuestros días en Qeqertarsuaq. Decidimos darnos un penúltimo homenaje cenando en un entrañable restaurante con espectaculares vistas a la bahía. La actividad turística y pesquera ya ha comenzado, así que desde la ventana disfrutamos del lento atardecer y del tráfico portuario, mientras esperamos nuestros platos de, por supuesto, gastronomía local.







Y claro que no vamos a dejar pasar nuestra última noche sin un último intento de fotografíar la aurora boreal, aunque pronto abandonaremos el intento. Hoy hace mucho frío, unos 28 ºC bajo cero, y estamos cansados, como empezando a encajar la fatiga acumulada. Aún así, pondremos el despertador a las 5:30, y si nos quedan energías, nos levantamos al amanecer, ¿vale?
Y el amanecer, como para despedirnos con buen sabor de boca, nos regala algunas de las mejores imágenes del viaje. Primero, lo que vemos, desde la ventana del apartamento, sólo con salir al balcón:


Y después, la caminata de rigor, que ya vamos conociendo, y el premio por tanto frío como vamos a pasar esta última mañana:







...Antes de volver definitivamente al albergue, ahora sí, para ir recogiendo todas nuestras cosas, despacio, muy despacio, como con parsimonia, como no queriendo terminar este que sin duda está siendo el viaje de nuestras vidas. Aunque aún una pequeña sorpresa nos estará esperando (¡Esto parece inagotable como fuente de sobresaltos!): a punto de aterrizar en Islandia, nos sorprende una vez más nuestra querida Aurora, desde el avión, y las casi dos horas que transcurren entre la segunda de estas fotos y la tercera se me hacen eternas. No puedo dejar de verla, de disfrutarla, pero no puedo fotografiarla porque estoy esperando por el aterrizaje, por el equipaje, por el transporte al albergue, por la caminata... Por fin, cuando llegamos a un lugar interesante, ya sólo queda un pequeño atisbo. Es nuestra despedida del gran norte. Ahora sí. Aunque sabemos bien que no es más que un "hasta luego..."






En fin, queridos, una vez repuesto y secas de nuevo mis lagrimillas, debo cerrar esta serie, aunque en estas fechas tan señaladas, en que todos nos hacemos tantos regalos. Os tengo preparados unos pocos. Creo que llegarán a tiempo para Navidad, pero no debéis dejar de estar muuuuy atentos a los próximos días (Ya sabéis, el viejo truco para tratar de engancharos unos días más)...

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